Para continuar la sección de falsos mitos, donde en el anterior post hablamos sobre la nutrición, hoy vamos a desgranar algunas creencias erróneas sobre el entrenamiento, muchas de las cuales están arraigadas en la cultura ciclista:
1. Durante la época de base solo hay que hacer zona 2
Error muy común, derivado de creencias de hace unas décadas donde se transmitía la idea de que durante la pretemporada o base solo había que rodar en zona 2, incluso se hablaba de que los primeros kilómetros había que hacerlos en plato pequeño. Sin embargo, esto se ha demostrado que es un grave error. Estudios recientes han mostrado que solamente incluyendo un entrenamiento de sprints cortos a la semana los deportistas mejoran en sus esfuerzos en contrarreloj con respecto a aquellos que solo hacen zona 2. Con esto no quiero decir que el deportista deba excederse con las series que lleva a cabo, pero introducir trabajos de recordatorio que estimulen las ganancias obtenidas a lo largo del año servirá para no perder las adaptaciones que con tanto esfuerzo han conseguido los deportistas sin generar una fatiga física ni mental que los lastre el resto de la temporada.
2. Solo hay que entrenar fuerza en pretemporada
Uno de los aspectos que más ha cambiado en los últimos años es la visión hacia el trabajo de fuerza. Cuando empecé a competir solo se hacía trabajo de fuerza en invierno, en gran parte usando máquinas para ello y cogiendo cargas altas que nos dejaban a los deportistas con agujetas durante varios días. Esto hacía ver el trabajo de fuerza como incompatible con los entrenamientos durante el resto del año. Sin embargo, actualmente el introducir una sesión de gimnasio durante el año es algo que la mayoría de deportistas hacen y ayuda a mantener las ganancias de fuerza que tantos beneficios han demostrado en los deportes cíclicos.
3. Si no haces desnivel el entrenamiento no vale
Esto es algo que también he escuchado en ocasiones por parte de algunos deportistas, afirmando que daba igual lo que hicieras que no contaba en absoluto si no hacías mucho desnivel. Hoy día está más que demostrado que biomecánicamente la posición en subida y en llano es muy diferente, lo cual demuestra que el deportista debe ser capaz de generar potencias altas en terreno variado. Esto resulta especialmente útil en atletas que vayan a competir en pruebas llanas, pues si solo llevan a cabo las series en subida tendrán problemas a la hora de alcanzar esa potencia cuando cambien la postura en el llano.
4. Los entrenamientos en grupeta son incompatibles con la mejora deportiva
Esto es algo que se viene escuchando mucho últimamente. Sin embargo, incluso los deportistas profesionales salen acompañados la mayoría de días. Esta noción deriva de pensar que por el hecho de que la potencia del entrenamiento no sea estable esto limita las adaptaciones del deportista. No obstante, un entrenamiento de grupeta bien planificado, ajustado a la magnitud del esfuerzo y el estímulo que se quiera entrenar es totalmente sostenible dentro de un plan. Además, no podemos olvidar que somos seres sociales y el hecho de establecer relaciones con los demás dentro de nuestra propia afición nos generará beneficios a nivel psicológico y hormonal.
5. Cuantas más horas mayor rendimiento
Aunque el ciclismo sea un deporte de resistencia y, como tal, sea tiempo dependiente, es decir, cuanto más tiempo se le dedique más rendimiento vas a obtener, esto no siempre es así. Hacer trabajo de calidad y saber cómo periodizar las cargas es mucho más importante que dedicarle más horas a la semana. De hecho, hay personas que entrenando 9 o 10 horas bien planificadas son capaces de alcanzar un rendimiento mucho mayor que otras que entrenar 15 o más.
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